No nos dieron tregua. Nicky y Peter nos vinieron a buscar directos al aeropuerto y empezamos la ruta hacia el sur de Auckland dirección al Parque nacional de Tongariro donde realizaríamos el Alpine Crossing, una caminata de unas 8 horas en la que pasas por los cráters de 3 volcanes, varios lagos repletos de azufre con colores azules y verdosos, y unas vistas mientras caminas el último tramo preciosas.

Antes tendríamos que llegar al pueblo del Parque Nacional donde nos alojaríamos en casa de Rebeca, una amiga de Nicky, y en la que estaríamos estupendamente para todo el fin de semana….y lavaríamos nuestra ropa, que buena falta hacía!

De camino pararíamos en un pueblito para comprar provisiones y comer algo. Aprovecharíamos también para parar a ver una exposición al aire libre de fotografías de Rugby donde descubrimos que hay personajes en esta vida a los que hay que adorar y admirar…aunque a nicky no le pareciera lo correcto…jajaja. Nos echamos unas risas con Peter, le encantan las bromas y éste fin de semana nos utilizaría de complices!

Al día siguiente había que despertarse pronto y desayunar con energía, capas de ropa como cebollas para combatir el frío  y listos para empezar la caminata. Agarramos el coche, fuimos hasta el parking de inicio en Mangatepopo. El Backpackers que está ahí te organiza la salida a las 7:15, nosotros fuimos más tarde y cuando el sol empezaba a asomar. Ahí empezamos, con nuestras mochilas, agua, chaquetas, cámara y lo que no podía faltar el Scroggin, la mezcla de frutos secos con chocolate con nombre propio en NZ y que no puede faltar en ninguna caminata!!!

 

 

El Tongariro Crossing es conocido como uno de los mejores trekkings que se pueden hacer en 8 horas. Son 19,4 kms y no es circular, así que debes organizar la vuelta de alguna forma (el backpakers lo facilita).  Es también conocido porque ser una zona de dónde 3 volcanes activos de casi 3000m están alineados a poca distancia, encontrándote señales durante el trayecto indicando qué hacer en caso de actividad o movimiento. Como no, también se conoce por ser uno de los escenarios en la película del Señor de los Anillos. Con todo esto, empezamos el día!

Todo era bello y el frío no nos hizo parar para admirar uno de los escenarios claves cinematográficos ya que estábamos en Mordor, jejeje!!!  Su nombre sería volcán Ngauruhoe, nombre impornunciable para los no Maoríes…almenos para nosotras ;-)

 

La siguente zona dónde también quedas impresionado es cuando llegas a caminar por encima de los cráteres del volcán, justo por encima aunque estén cubiertos! 

 

Seguimos hacia el siguiente objetivo, el Red Crater a 1880 metros de altitud. La subida no es extremadamente dura y hay trozos con escaleras. Vale la pena ir mirando a tu alrededor para no perderte las vistas y, a la altura de los 1650 es dónde realmente vas caminando por el auténtico Mordor…o eso nos dijeron y parecía.

Al llegar arriba, después de subir el desnivel final de 230 metros, te encuentras con la recompensa, el Red Crater, precioso e impactante por el color rojizo y la harmonía que tiene. Hacía frío pero merecía aguantar el fuerte viento que nos acompañaba mientras tienes tal imagen de frente.

De ahí decidimos alargar un poco más la caminata y desviarnos un poco hacia la  cima del xxx, lo que nos incluía una horita más. ¿Qué pasó? Que estaba todo nevado, hacía frio y nosotros no íbamos preparados para ello…así que nos quedamos a medio camino no sin intentarlo pero el sentido común nos dijo que fuéramos mejor a reponer fuerzas así que buscamos un lugar para resguardarnos del viento, comimos los sándwiches que habíamos preparado y seguimos recuperando energía con el Scroggin.

A seguir caminando, los lagos Esmeralda nos esperaban. Desde arriba se vislumbraban los colores azulados, verdosos y con los bordes amarillentos del azufre y los minerales. Ahí vamos!
 

 

Y de ahí, directos al Nicola Lake!!! Ahhh no, que es el Blue Lake pero rebautizado por Peter ;-). Un lago precioso, grande y un color azul más oscuro. Seguía haciendo frio…pero estas vistas ayudan a superar cualquier temperatura.

Tocaba llegar al final del camino. El paisaje cambiaría de color y todo sería cuesta abajo. En alguna parte del camino tuvimos que recorrer a la ayuda de un voluntario que estaba rehaciendo pasos cubiertos por la nieve, pero por lo demás…llegábamos al final de las 8-9 horas y estábamos frescas como rosas. Peter nos estaría esperando en el coche para ir a degustar un risoto buenísimo que preparó Nicky. Nada como llegar a casa después de un día como éste y terminarlo con una copita de vino, una buena cena y una compañía tan grata.