Sí si, íbamos a ver pingüinos pero todavía no sabíamos ni dónde ni cuando. Parece ser que, en Oamaru, un pueblo costero, los pingüinos salen del agua, cruzan la calle del puerto y van en busca de apareamiento o a cuidar a sus pequeños. Nosotras, queríamos verlos caminar por el cemento o ciudad, así que, como Oamaru estaba cerquita de nuestro punto inicial, buscaríamos actividades para ese día no muy lejos de ahí.

Empezamos por unos yacimientos, el Art Rocks hechos de “Lime Stone”, cerca de Duntroon, en los que debíamos encontrar unas pinturas de los Maori representando la llegada de los Europeos. ¿Vosotros las veis? Nosotras tampoco las conseguimos.

Siguiente parada en Oamaru, listas para relacionarnos con los pingüinos aunque quizás todavía era pronto. En el centro de información nos ayudaron a planificar el día, aunque luego nunca acaba siendo exactamente lo que ellos piensan por eso del concepto de espacio/tiempo que la gente tiene  y el que acabamos invirtiendo nosotras…cosas de no tener excesiva prisa ;-). Esto es lo que acabó pasando…

Pasearíamos por Oamaru ya que tiene un centro histórico con un par de calles muy al estilo Victoriano en las que hay muchas tiendas de artesanía y pequeños museos.

Nos acercaríamos al puerto a ver si había suerte con los Blue Pinguins, ya que si queríamos ver todo el show teníamos que esperar a la noche y además pagar 25$/pax…así que, como no íbamos a pagar, quizás estarían allí un pelín antes para nosotras en plan sorpresa. Uahhhh, cuando llegamos al puerto casi nos da un vuelco el corazón!!! Unos 30 pingüinos en el borde del malecón….ahí vamos!!! Al final…cada paso que avanzábamos parecía que no lo eran…pero a juzgar por las fotos, y también porque no teníamos ni idea de las características específicas de la especie Blue pinguins, podrían haberlo sido perfectamente…lástima que el pingüino no vuele…sinó, eran clavaditos.

Bueno, seguiríamos buscando…nunca perdemos la esperanza. Por ahora, esto es lo más cerca que estuvimos de ellos.

Ahora tocaba buscar los de raza amarilla, los “Yelow Pingüins” que también tenían una comunidad por aquí y la zona sur. Nos acercamos a una playa dónde decían que veríamos los nidos pero, aunque la playa era muy bonita, solo conseguimos ver un león marino de lejos.

Había que seguir. Queríamos ver también los “Boulders” en Moeraki, a 30 kms sur y para disfrutarlos era necesario verlos en marea baja…así que debíamos apresurarnos si queríamos llegar justito para la última media hora. ¿Los pingüinos? Todavía nos quedaba una oportunidad a 12 kms de Moeraki…una cosa detrás de la otra!!!

Los Moeraki Boulders son bolas creadas millones de años atrás a partir de unos cristales y que con el barro y l tiempo se han creado y finalmente aposentado en el borde de esta playa. Son curiosas y tienen muchas conchas y piedrecitas bonitas alrededor. Nosotras llegamos justo cuando estaba empezando a subir la marea y la luz ya empezaba a bajar, una imagen bonita acompañando la carretera de costa que estábamos cruzando.

Ahora sí, nuestro último cartucho del día…pingüinos a 12 kms!!! Ahhh no…que tampoco hay. Pues nada, asumimos que ese no era nuestro momento y que toca buscar dónde dormir.

Ya estábamos cerquita de Dunedin, así que aparcamos justo antes y al día siguiente haríamos nuestra parada en una ciudad universitaria dónde nos relajaríamos y la utilizaríamos para para reponer, reorganizar y utilizar internet gratis en la Biblioteca!!!  Igualmente nos llovió todo el día, empezábamos a notar el frio que vendría a partir de aquí…chicas abríguense!!!