3 sept 2011
BORACAY….Crónica de una vuelta anunciada.
Estaba claro que esto iba a pasar. De alguna forma u otra teníamos metido en la cabeza que habíamos pasado muy buenos momentos en Boracay y que nuestro ciclo ahí todavía no había terminado. Nos quedaba pendiente realizar la segunda parte del curso de submarinismo, visitar el Red Pirates, la playa de Iligigan y sus cuevas, tener unos días con sol y sin huracanes de por medio y volver a pasar momentos geniales con los lugareños.
Y así lo hicimos…lo primero, y vía teléfono, negociamos el precio del curso ya que Boracay es muy caro para ello y quisimos asegurarnos que nos daban el mejor precio posible. Así lo hicieron, 11.000PHP es una ganga para la isla y quedaba entre nosotros. White Blue volvía a portarse bien y nosotras seguíamos encantadas con ellos. Aunque tuvimos algún día con lluvia tuvimos tiempo de realizar las 5 inmersiones necesarias para el título y, tal como somos nosotras, no teníamos prisa pero queríamos los mejores sitios. Chicos, gracias de nuevo por hacernos sentir tan cómodas bajo el agua y acogernos de nuevo en la White Blue Dive Shop family! Nos hemos vuelto a sentir como en casa.
Mientras iban pasando los momentos, horas y días nosotras también íbamos cumpliendo objetivos. Boracay nos dio un poquito de tregua el primer día y tuvimos unos lindísimos rayos de sol que nos dieron energía positiva a tope.
Esta vez nos encontramos en Boracay con Bea, Blanca, Ana y varios amigos suyos. Ya habíamos quedado en Alona Beach que nos veríamos aquí, que también se hospedarían en Club Ten y que saldríamos juntas. Así fue…ni dejaron títere vivo en Boracay ni dieron tregua alguna a cualquier movida. Eso sí, nos enseñaron un sitio para comer “Baby Ribs con Piña” que estaba buenísimo…no os lo perdáis en Station 1. Chicas, lo hemos pasado genial ;-)
Y llegó la hora de contentar a la familia Kiwi. A ellos los habíamos conocido en Harold’s y no podían creer que no hubiéramos vivido la experiencia Red Pirates. Como hicimos tan buenas migas con ellos, consideramos que era un “must” el pasar por ahí y qué gran acierto!!! Llegamos sin mucha idea, es un bar pequeñito al lado de la playa, tiene todo tipo de vegetación suelta, bancos, luz rojiza y buena música pero lo mejor, además del capitán y todos los que lo llevan, es la música en vivo de los miércoles, viernes y sábados. En 10 minutos ya éramos unas más del bar, en 20 ya estábamos tocando los tambores con ellos y en 30 ya compartíamos risas, bailes e historias con los sud-africanos, las “Siria”, los americanos, australianos, ingleses y filipinos. Esa noche lo pasamos genial y a partir de ahí fuimos parte del circulo Pirates!
A todo ello durante el día le seguíamos añadiendo más actividades. Nos quedaban por visitar las playas de Diniwig e Iligan así que a las primeras llegamos un día andando y a las otras nos llevaron la tripulación en barco. Capitán todo derecho!!! Atrrraaasssssss!!!!!
Llegar a Iligan no es tan fácil como Puka. El tricycle es más reacio por los caminos por donde hay que pasar y seguramente hay que pagar un pelín más de la cuenta. Si haces las excursiones de Sailing Boat que ofrecen por la isla entonces es una parada asegurada y como nosotras somos caprichosas y no nos cortamos un pelo al pedir, pues aprovechamos las ocasiones, sonreímos y muchas veces funciona. Los chicos nos llevaron a pasar la tarde y nos enseñaron la “Bat Cave”, cueva de murciélagos. Estuvo muy bien aunque eso de no haber nacido con las chanclas puestas como los filipinos nos dificultó un pelín más el recorrido aunque, no por ello, no dejamos de seguir adelante y ver una mini-laguna de agua color turquesa en la que nos bañamos. Pasamos un buen rato ahí y, aunque nos ensuciamos enteras de restos orgánicos de estos animalitos encantadores, nos gustó que nos enseñaran estos sitios escondidos. Por cierto, no tenemos foto de la cueva, solo nos faltaban las manos ocupadas para completar el conjunto excursión en chanclas y bañador ;-)
Seguíamos teniendo tiempo para barbacoas en casa de Lab Lab, cafecitos en el White Blue Shop, cenitas en casa de amigos, caminatas por la playa en busca de puestas de sol y sobretodo tiempo, risas y saludos a nuestros amigos del Exit Bar. Ahí nos reencontramos con Giorgio, Rico, James, Egdar, Miquel…. conocimos gente nueva como Margo, Mike, el grupo de los jambees, el Capitán del Red Pirates….y nos cruzamos con Mari y Laia con las que compartiríamos unas cervecitas estupendas y un fin de semana genial en Manila. De nuevo, el Exit tenía un magnetismo que juntaba a gente con buenas energías… y nosotras, como siempre, primera fila para no perdernos nada.
Cerraríamos Boracay con una buena noche de barbacoa, cervecitas, bailoteos y pocas horas de sueño... Al día siguiente nos esperaba un día largo de viaje hacia Palawan, pero la ocasión lo merecía!
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