20 jul 2011
LA TÓXICA MANILA
Muchas cosas se pueden decir sobre metrópolis como Manila. Es una gran ciudad ubicada en la isla de Luzón, tiene una población de 11 millones de habitantes de los cuales al menos un 95% son cristianos y conviven muchos dialectos siendo el Tagalo la lengua oficial del país aunque todo el mundo tiene un nivel de inglés excelente.
Como cualquier ciudad capital, en Manila se centralizan las operaciones del gobierno además de ser el centro cultural y de los movimientos artísticos de Filipinas.
A pesar de todo esto y de temas cotidianos de las grandes ciudades, nosotras tuvimos la sensación de que Manila esconde otro mundo, una cara oculta y, como bien nos dijo un filipino, es una ciudad “tóxica”, ya que hasta las picadas de los mosquitos manilenses te dejan unas marcas y una picazón que ni si quiera un mes es suficiente para sanarlas…
Conocimos gente de toda clase y colores, desde viajeros como nosotras, gente de negocios, gente local, fotógrafos, actores y, más allá de ver a Manila como una ciudad de tránsito, nos dimos cuenta que hay gente que se queda y en su mayoría con proyectos, ideas o fines específicos, como es el caso del fotógrafo polaco que comenzaba a desarrollar un proyecto sobre la vida en los cementerios, o Adrian el australiano quien comenzaba su proyecto de voluntarios por el mundo, o Philipp el suizo que nos introdujo en el mundo del cine independiente...
Aunque nosotras utilizamos la ciudad y el Friendly’s Gest House(325/pax/dorm) como campamento base al principio del viaje, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la terraza del hostal, su noche de barbacoa y, como no, de actividades al más típico estilo filipino.
Un trío de filipinos nos introdujo a lo que nos daríamos cuenta es uno de los pasatiempos favoritos del país…el Karaoke! Y la verdad es que nos sorprendimos enormemente de ver como Ronie y Kcia no solo disfrutaban del show, sino que cantaban tan bien que ya ni bailando la macarena como debut de la noche pudimos superar su actuación…jeje
Tuvimos la suerte de que a la vuelta de La Unión, nuestra estadía en Manila coincidió con el festival de cine independiente más importante de Filipinas “Cine Malai” y Edwin, nuestro amigo filipino que además es actor, nos invitó a la premier de su película: Bounderies. No tuvo desperdício… la pasamos muy bien, conocimos al elenco y al director de la peli, y, como era de esperar, nos fuimos luego a celebrar la gran noche del estreno. Como veis, en Filipinas no es necesario vestirse de punta en blanco…aunque no lo supimos hasta el momento del encuentro y nosotras íbamos con nuestras mejores galas del momento.
No sabemos si volveremos a pasar por Manila durante nuestra estancia en Filipinas, pero nos llevamos una sensación de que es una ciudad que tiene mucho por descubrir y que no es tan desagradable como pensábamos que sería, claro está que la gente que conocimos hizo de nuestra estancia y nuestros días allí unos días especiales y que pudiéramos darnos cuenta que aún hay mucho por conocer…
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1 comentarios:
Y no les pidieron que actuaran en alguna peli?! Yo creo que sería un bombazo! jajajaja que divertido, un beso fuerte!
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