10 sept 2011
TRUE MANILA
A dos días de abandonar este fabuloso país regresamos a Manila, la capital filipina cuyo nombre significa “La Perla de Oriente”. Fue un reencuentro con muchas cosas: el Friendly’s Ghest House y su roof top, Laia y Mari dos chicas españolas encantadoras que habíamos conocido en nuestra segunda parada por Boracay, Carlos con sus viernes de parrilla y sábado de vinos, Greg el fotógrafo polaco,… y aunque muchos de los conocidos ya habían cambiado de rumbo nos hizo muchísima ilusión volver a encontrarnos con este ambiente tan agradable y sobretodo poder volver a ver a Edwin, nuestro actor filipino preferido!!!
Esta vez, aunque con menos tiempo, vimos otra cara de Manila. Es una mezcla de sensaciones el experimentar la energía que es capaz de transmitir tanta gente y a la vez ver en qué condiciones viven su día a día. Ha sido una oportunidad para no solo creerlo sino también vivirlo.
Edwin nos propuso llevarnos a conocer la “True Manila” (verdadera Manila) y por supuesto que no dudamos ni un segundo en pasar el día con él. Mari, Laia, Jose, Ron y Anna también se unieron al plan, así que Ed nos llevó a conocer su barrio y a toda su familia.
Al más puro estilo filipino nos embarcamos en el Jeepney y nos fuimos a la primera parada, su casa… Conocimos a sus padres, sus hermanas, los 7 u 8 sobrinos que brincaban por toda la casa y a todos sus vecinos y primos que estaban encantados de tenernos por allí…
De allí fuimos al mercado para comprar comida fresca e ir a casa de la familia de su mujer a cocinar, no sin antes pararnos por todos lados a saludar al vecindario, jugar con los niños, saltar y reírnos.
Una vez en casa de su esposa, conocimos a sus hijos, suegros, cuñadas, vecinos… y mientras algunos jugaban baloncesto, otros cocinaban, otros correteaban con los niños o paseaban por las callejuelas.
Y así pasamos las horas, aprendiendo recetas filipinas, riéndonos, bailando, cantando y jugando, pero sobretodo compartiendo la jornada con gente tan humilde y fantástica que nos siguen dando lecciones de vida, porque sin tener prácticamente nada te lo dan todo sin esperar algo a cambio… por esto, por las sonrisas y por su tan cariñoso “Come again!”, los Filipinos han dejado una huella enorme en nuestros corazones .
De vuelta al hostal dimos un pequeño paseo por el “Manila Bay” dónde sin ton ni son nos paramos a dar saltos y vueltas mientras los vendedores si reían de las estupideces. Todas las tonterías eran resultado de la energía que llevábamos dentro y las buenas vibraciones que generaba cada una de las personas que ahí estábamos.
Finalmente llegamos al Friendly’s y su noche de vinos. Cocinamos, cenamos juntos, compartimos fotos, vídeos, risas y, como no, no falto la buena música y unos bailoteos, eran nuestras últimas horas en Filipinas y las estábamos disfrutando de personas muy divertidas y especiales.
Gracias a todos!!!
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3 comentarios:
Increible, que linda experiencia y que gente hermosa tanto los filipinos como los visitantes como Uds....
Las fotos son como sacadas de un album profesional....Maravilloso.....Va a ser muy dificil para vosotras cuando tengais q volver porque esto q estais viviendo sin duda lo mejor de vuestras vidas......(Cris y Jorge Mondedeu)
Montsarrat soc la tieta Carmin, estic seguint el vostre viatge i estic babejant. Quina envaja. Petonets i endevant.
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